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¿Por qué te mareas cuando haces ejercicio?

agua

El sobreesfuerzo puede hacer que te sientas mareado después de un entrenamiento, especialmente si no estás acostumbrado a hacer ejercicio con regularidad. Es importante que te introduzcas con facilidad en la rutina de entrenamiento, sobre todo si no has estado activo durante un tiempo. Empieza con un calentamiento y luego haz algunos ejercicios moderados antes de aumentar la intensidad. Presta atención a tu cuerpo y a cómo se siente durante el entrenamiento. Si empiezas a sentirte mareado o aturdido, para y descansa unos minutos. Debes sentirte vigorizado después del entrenamiento, no agotado ni mareado.

Las posibles razones para sentirse mareado después de un entrenamiento incluyen:

1. Esfuerzo excesivo

El sobreesfuerzo nunca es divertido, y puede llevar a sentirse mareado después de una sesión de entrenamiento.Los síntomas del sobreesfuerzo incluyen náuseas o vómitos, entre otras cosas

2. Uso de máquinas de movimiento continuo

Cuando estás en una máquina que se mueve continuamente, como una elíptica o una cinta de correr, y dejas de moverte durante algún tiempo, puede ser difícil no experimentar el mareo. Esto se debe a que la sangre sale rápidamente de tu cuerpo, lo que provoca vértigo, es decir, la sensación de que alguien está girando a nuestro alrededor, ¡incluso cuando no hay nada más vertical cerca! Puede ocurrir más a menudo si hemos estado haciendo ejercicio intensamente antes de parar o mirar nuestra rutina de ejercicios sin hacer las pausas correspondientes (lo que permitiría la comunicación entre el cerebro y el cuerpo).

Este proceso se debe, en gran parte, a la cantidad de oxígeno que pasa por las venas y arterias de cada individuo; por lo tanto, hay menos recursos disponibles dentro de

3. Deshidratación

Los síntomas de la deshidratación pueden ser difíciles de detectar. Si te sientes sediento, débil o mareado después de la actividad física, puede significar que tu cuerpo tiene niveles insuficientes de agua como resultado de no haber bebido suficientes líquidos antes de hacer deporte al aire libre en días calurosos en los que se suda más de lo habitual

4. Falta de oxígeno

Algunas personas no respiran lo suficiente durante el ejercicio y esto puede hacer que se sientan débiles, agotadas o mareadas. Cuando el cuerpo se ve privado de oxígeno durante demasiado tiempo, empieza a utilizar otros recursos, como la grasa, para obtener energía, lo que puede hacer que te sientas aún peor

Para evitar estos efectos negativos, intenta hacer grandes respiraciones a lo largo de tu actividad, de modo que inhales profundamente varias veces por minuto. El mareo es una señal de que el cerebro requiere más oxígeno.

5. Presión arterial baja

La presión arterial baja suele estar en su punto más bajo una hora después de hacer ejercicio. Sin embargo, algunas personas pueden notar un descenso más repentino debido al esfuerzo que realiza su cuerpo al hacer actividades extenuantes como correr o trotar, lo que puede hacer que no puedan estallar con energía de inmediato y que se sientan cansados y mareados rápidamente.

6. Azúcar baja en la sangre

Cuando haces ejercicio, tu cuerpo necesita más energía de lo habitual. Como resultado de esta necesidad de glucosa adicional en los músculos y de una menor ingesta de fuentes de alimentos como el azúcar o los hidratos de carbono que se encuentran en el interior de los panes, etc., ¡algunas personas experimentan bajadas de azúcar en sangre durante o después de sus sesiones de entrenamiento!

Las personas pueden ser más propensas a experimentar hipoglucemia si no han comido lo suficiente antes de hacer ejercicio. 

¿Qué puedes hacer cuando te mareas?

- Descanso y respiración

- Descansar unos minutos puede ayudar con el mareo.

- Cuando el mareo ocurre como resultado del un esfuerzo excesivo, respiración inadecuada o presión arterial baja, puedes intentar lo siguiente:

- Enfriarte y descansar unos minutos

- Sentarte y colocar la cabeza entre las rodillas, lo que aumenta el flujo de sangre al cerebro

- Practicar la respiración profunda durante varios minutos, asegurándote de inhalar y exhalar lentamente

- Cuando hagas ejercicio, practicar conscientemente la inhalación y exhalación a un ritmo regular

- Cuando se produce mareo al usar la caminadora u otra máquina de movimiento continuo, sujétate firmemente a los rieles y baja tu ritmo hasta que sea seguro parar. Estas acciones pueden prevenir caídas peligrosas.

- Evita caminar o conducir hasta que el mareo disminuya.

Hidratación

El único tratamiento para la deshidratación es reemplazar líquidos y electrolitos. Bebe agua o una bebida deportiva para mitigar los síntomas.

Consume suficiente líquido durante todo el día. Si haces ejercicio durante un tiempo muy caluroso o húmedo, trata de beber líquidos fríos para ayudar a enfriarte. El cuerpo absorbe los líquidos fríos mejor que los más calientes.

Para evitar la deshidratación, toma líquidos todo el día antes, durante y después del ejercicio. Por lo general, beber pequeñas cantidades con frecuencia es mejor que beber grandes cantidades con menos frecuencia..

Come algo

Puedes aumentar los niveles bajos de azúcar en sangre al comer algo. Los carbohidratos saludables son los mejores para tratar el bajo nivel de azúcar en sangre; tener un plátano a la mano puede ser muy útil.

Es una buena idea seguir con una comida o un snack que contenga granos enteros y proteínas para evitar otra caída de azúcar en la sangre.

Los siguientes tips te pueden  ayudar a reducir el riesgo de marearte después de un entrenamiento:

  • aumenta la intensidad de los entrenamientos gradualmente

  • evita esforzar el cuerpo en exceso

  • practica la respiración regular durante los ejercicios

  • considera hacer pilates o yoga, ya que estas actividades te pueden enseñar cómo regular tu respiración

  • bebe mucho líquido antes, durante y después de los entrenamientos

  • toma una merienda de carbohidratos complejos y proteínas magras una hora antes de hacer ejercicio

  • deja de fumar

Si te sientes mareado después de un entrenamiento, puede ser porque te has esforzado demasiado. Esto es especialmente probable si no estás acostumbrado a hacer ejercicio con regularidad. Introducirse en la rutina puede ayudar a evitar que esto ocurra. Recuerda escuchar a tu cuerpo y tomar descansos cuando sea necesario. 

Y lo más importante, ¡diviértete! 



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